Todos ahora somos y seremos jueces y verdugos.
Yo tenía otro final para esta historia.
No pudiste, no pudimos. No alcanza el amor, cuando a veces, los refutadores de leyendas estan a la par.
Derrame mil lagrimas y aún asi, no puedo describir mis sentimientos.
Como todo amor que llega a su fin, igual te digo gracias. Porque fuiste vos, quien, tal vez no con sabiduría extrema, pero si con tu demostración de amor eterno, me dista la ilusión.
Pero a veces las cosas no se haces de a uno. Sino que hay un conjunto que tiene que vivir la realidad.
Te pido fuerza, y que me ayudes a olvidar. Si ahora te vas, volveré a sentir desdén, y no recordaré ni me exaltaré más por nada. Es lo correcto el adiós cuando no te valoran. Muchas veces los pueblos tienen poca memoria. Muchas veces los recuerdos son brutalmente olvidados y se recuerda aquello que nos hace humanos, nuestros defectos, nuestras debilidades.
Yo te juro que te voy a recordar para siempre y como siempre. Con el amor y con la piel de gallina que me da tan solo verte. Con la sensación de haber sido lo más grande que me pasó en la vida. Con el afán de crearme ilusiones, solo porque estas vos.
Nada ni nadie sentirán lo que yo se que vos sentiste.
Nadie te igualará jamás.
Por lo menos para mi y para mi corazón.
De poder verte, solo abriría mis brazos y dejaría que llores, como en aquella véz en la que te quitaron el sueño. Y de poder decirte algo cara a cara no sabría por donde empezar.
No quiero extenderme mucho más. Yo se que ahora vendrán, los gurúes de siempre. A criticar y a remarcar, aquello que callaron. Y sabiendo de estos hombres, que siempre saben todo, yo quizás no sepa mucho, pero esta en mi el apoyo.
Y cuando las aves de rapiña caigan y destruyan, tendrás en mi corazón un amigo un aliado. Y no será por obsecuente, porque siempre estuve ahi. Solo será una mano.
Gracias Diego, gracias por amar tanto como amamos nosotros. Gracias pero no alcanza, porque vos no saliste a la cancha.
Gracias por dejarme volver a ilusionar, gracias por tanto. A veces al futbol no se lo puede transmitir con pasión y amor, y absoluta entrega. Yo estoy convencido que si hubieras entrado vos, todo esto hubiera sido muy distinto. Sin embargo eso es otra ilusión, de alguién que casi no te vió jugar. Pero que cuando te vió en el banco no podía no llorar.
Solo esto mis queridos lectores, son las reflexiones de un sábado de los más tristes en mi vida. Yo no soy de llorar mucho. Lloré muertes muy cercanas, lloré abandonos, lloré soledades y lloré hoy, cerca de las doce del mediodía. Lloré mucho. Lástima que nunca las lágrimas hicieron tan pcoo para calmar esta tristeza.
Pido perdon si esto no tiene mucho sentido para ustedes y si fue mal redactado. Solo fue un sueño despierto que necesitaba salir.
No me importa lo que digan, lo que digan los demás, yo te sigo a todas partes, cada vez te quiero más. En la buenas y en las malas mucho más, solo existirás vos y serás siempre único e irrepetible: Diego Armando Maradona.
Saludos a todos, con su permiso voy a llorar.
Yo tenía otro final para esta historia.
No pudiste, no pudimos. No alcanza el amor, cuando a veces, los refutadores de leyendas estan a la par.
Derrame mil lagrimas y aún asi, no puedo describir mis sentimientos.
Como todo amor que llega a su fin, igual te digo gracias. Porque fuiste vos, quien, tal vez no con sabiduría extrema, pero si con tu demostración de amor eterno, me dista la ilusión.
Pero a veces las cosas no se haces de a uno. Sino que hay un conjunto que tiene que vivir la realidad.
Te pido fuerza, y que me ayudes a olvidar. Si ahora te vas, volveré a sentir desdén, y no recordaré ni me exaltaré más por nada. Es lo correcto el adiós cuando no te valoran. Muchas veces los pueblos tienen poca memoria. Muchas veces los recuerdos son brutalmente olvidados y se recuerda aquello que nos hace humanos, nuestros defectos, nuestras debilidades.
Yo te juro que te voy a recordar para siempre y como siempre. Con el amor y con la piel de gallina que me da tan solo verte. Con la sensación de haber sido lo más grande que me pasó en la vida. Con el afán de crearme ilusiones, solo porque estas vos.
Nada ni nadie sentirán lo que yo se que vos sentiste.
Nadie te igualará jamás.
Por lo menos para mi y para mi corazón.
De poder verte, solo abriría mis brazos y dejaría que llores, como en aquella véz en la que te quitaron el sueño. Y de poder decirte algo cara a cara no sabría por donde empezar.
No quiero extenderme mucho más. Yo se que ahora vendrán, los gurúes de siempre. A criticar y a remarcar, aquello que callaron. Y sabiendo de estos hombres, que siempre saben todo, yo quizás no sepa mucho, pero esta en mi el apoyo.
Y cuando las aves de rapiña caigan y destruyan, tendrás en mi corazón un amigo un aliado. Y no será por obsecuente, porque siempre estuve ahi. Solo será una mano.
Gracias Diego, gracias por amar tanto como amamos nosotros. Gracias pero no alcanza, porque vos no saliste a la cancha.
Gracias por dejarme volver a ilusionar, gracias por tanto. A veces al futbol no se lo puede transmitir con pasión y amor, y absoluta entrega. Yo estoy convencido que si hubieras entrado vos, todo esto hubiera sido muy distinto. Sin embargo eso es otra ilusión, de alguién que casi no te vió jugar. Pero que cuando te vió en el banco no podía no llorar.
Solo esto mis queridos lectores, son las reflexiones de un sábado de los más tristes en mi vida. Yo no soy de llorar mucho. Lloré muertes muy cercanas, lloré abandonos, lloré soledades y lloré hoy, cerca de las doce del mediodía. Lloré mucho. Lástima que nunca las lágrimas hicieron tan pcoo para calmar esta tristeza.
Pido perdon si esto no tiene mucho sentido para ustedes y si fue mal redactado. Solo fue un sueño despierto que necesitaba salir.
No me importa lo que digan, lo que digan los demás, yo te sigo a todas partes, cada vez te quiero más. En la buenas y en las malas mucho más, solo existirás vos y serás siempre único e irrepetible: Diego Armando Maradona.
Saludos a todos, con su permiso voy a llorar.
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