Primero que nada, agradezco a el siempre querido Nito, que ha posteado un enorme cuento. Ojala algún día nos lean más de dos personas para así poder lograr que se multipliquen los amigos virtuales que nos queiren...
Bueno vamos con una primerisima edición, nada revisada, de algo que me costó muchisimo escribir pero que me salio horriblemente mal.
A la distancia espero que algunos lectores puedan leerlo y putear lo suficiente o contribuir con críticas para una reedición...
Los quiero mucho. Cariños
Niño
EL LAMENTO DEL LOBO
Habían pasado años desde la ida. La desolada estepa ya había desgarrado sus últimos vientos.
Lobo solitario y triste está mas viejo.
Algunos dirán que es más sabio por su cara austera y pensativa. Pero el que lo conoce bien sabe que está triste y enfermo.
Así y todo lleva a su manada viejos consejos para la caza y alimenta a los mas pequeños.
En palabras de lobo aconseja no seguir su camino. No enamorarse de corderos disfrazados.
"De tener chances matarlos sin dudar". Repite una y otra vez.
Pero Lobo sabe que miente. Pero no puede arriesgarse.
Ha pasado mucho tiempo en la estepa. Pero lo que no ha pasado es el dolor.
Bien entrada la noche gris, esperando que las nubes oculten el brillo de la luna nuestro lobo sale a recorrer la oscuridad.
A lo lejos la lluvia se escuche pequeña y a tempo.
Unas pequeñas gotas que caen sobre las hojas de los árboles y comienzan la danza de goteos.
Es un lugar especial el bosque. Los truenos retumban y los rayos fusilan de luz el firmamento.
Lobo camina cansado pero decidido. Sabe exactamente donde va.
La lluvia como un llanto celestial lo abraza y por primera vez no se siente tan solo.
Delante suyo esta la meseta. La oscuridad se hace luz en cada rayo que parte el cielo. La lluvia es incesante. Es como aquella noche.
Ha pasado mucho tiempo pero Lobo recuerda todo como si fuera ayer. Los lobos nunca olvidan. Pueden esconder o hacerse los distraídos pero recuerdan todo.
Alrededor de cien metros lo separaban de la pequeña cornisa de piedra donde había estado hace años.
Es una pendiente poco pronunciada para un animal de cuatro patas.
Incluso para un lobo enfermo y viejo era sencilla de trepar.
Metro a metro subía Lobo. Dando pasos lentos. Esperando a los rayos para guiarse mejor. La lluvia no parecía dar tregua. El cielo lloraba de tristeza.
Lobo recordaba aquella noche donde tenia a su amor entre los dientes. Sentía la espesa sangre de los muertos bajo sus patas mientras poco a poco llegaba a la cima. Su corazón golpeaba mas y mas fuerte.
Recordaba las frases. Los poemas. Las oraciones finales. Todo lo que dijo y le dijeron.
Lobo llego a la cima. Se sentó en sus patas traseras. La luna apareció como por arte de magia disipando a las nubes. La lluvia ceso de repente. Todo era silencio. Todo era calma.
Lobo respiro profundo, casi se sintió mareado por el esfuerzo. Y comenzó a aullar.
El aullido de los lobos es mágico en las noches de luna llena.
Dicen que el Creador hizo un pacto con los lobos. "Deberán de ser solitarios y predadores. Serán temidos y no tendrán amor. Pero en las noches de luna llena les concederá un deseo. Tan solo uno por vida".
Todos sabemos que los lobos no fueron bendecidos con mas vidas.
El aullido de Lobo estremeció todo el lugar.
Había pasado ya mucho tiempo.
"Quiero verle. Quiero oírle. Quiero tenerle cerca tan solo un momento. Daré lo que resta de mi vida a cambio". Susurro Lobo a la luna.
Nada pasaba.
Lobo aullaba con mas fuerza. Sus patas delanteras temblaban del esfuerzo. Caía exhausto al final nada pasaba.
Entonces lobo recordó un viejo cántico y entre aullidos y armonías cantó:
"Soy aquel que amo y mató.
Soy aquel que nunca tembló.
Soy un lobo solitario ay vida
Que lucha por tu amor.
Soy ese que hiere y grita
Soy el mismo que te lloro
Soy un lobo triste y mudo
Que no se olvido oh
Todo es mas fácil con vos
Todo era mas bello amor
Espero ver caer al cielo
Sobre vos... Sobre vos
Soy nube errante y soledad
Y soy cuidados de maldad
Soy zurdo y derecho ¿no lo ves?
Soy un señor nocturno y facilón
¿Dónde vas Cordero donde vas?
Aciaga noche es realidad, que
No podemos nada más,
Sobrevivir y no escuchar.
Ahora quiero la espuma de tu voz
Ahora solo quiero recordar así
Felicidad, tanto rencor, odio y
Lamentos, muerte y oscuridad.
Amor, temor, enojo y sin sabor
Ahora estas, ahí nomás
Y yo no te quiero ver jamás
Cordero de mi eternidad…”
El cielo vaciló un momento. Un fuerte sismo rajó la tierra. Lobo estaba inmovilizado.
Cordero comenzó a bajar la escalera del cielo. Lobo exhalaba sus últimos alientos.
“Ay Lobo convertido en presa. ¿Qué has hecho? Tu lugar no es el cielo, y has dado la vida por un instante que no es eterno. Necesito un abrazo viejo amor, pero no el tuyo. Nunca has visto la real cara de este Cordero.
Recuerdo aquella noche, nuestra cena, mejor dicho, tu cena.
Me has convertido en inmortal.
Pero los lobos no tienen permiso de mezclarse con nosotros, tu debes vivir en soledad.
No hay cielo para que el que no se arrepiente, y mucho menos para aquellos que se dejan aconsejar por seres mediocres que han vivido la vida creyendo ser superiores.
Tu raza es una raza infeliz. Impávida ante el sufrimiento de nuestros hermanos corderos, no han hecho más que masacrarnos durante centurias, mientras ustedes se deleitaban en los banquetes de sangre y huesos.
No llores por mi Lobo. Si yo te amé ya no interesa. Nuestras especies son diferentes, yo Cordero y buen pastor, he dado la vida por mi amor. Pero tu ¿Qué has ofrecido?
Dolor, angustia, tristeza.
Te amaba Lobo, te amaba. Y dí la vida por ti.
Ahora viajo solo, en este infinito universo, mientras tu atado a tu realidad mundana aun debes creer en quien has elegido como nuevo compañero. Que pena da, verte así de tirado, pero es lo que mereces, Lobo malcriado, que se ha disfrazado de cordero muchas, incontables veces, susurrando amor por lo bajo, pero siempre afilando los dientes…”
Cordero subió solo la escalera al cielo mientras que Lobo estaba quieto, demasiado quieto.
La tormenta pasó y la noche dio paso al día. Y nuestro querido Lobo inmóvil permanecía.
Dicen que en la meseta del Lobo Errante en las noches de luna llena se escucha el aullido del viejo lobo, aunque pocos observan de donde proviene…
3 comentarios:
muy bien!
"No llores por mi Lobo. Si yo te amé ya no interesa. Nuestras especies son diferentes, yo Cordero y buen pastor, he dado la vida por mi amor. Pero tu ¿Qué has ofrecido?
Dolor, angustia, tristeza.
Te amaba Lobo, te amaba. Y dí la vida por ti..."
Muchas gracias a quines por este medio o por otros me han dicho que opinaban del post.
Me causa mucha alegria ver de cuantas formas diferentes ven las personas las mismas frasses... Como al momento de entender lo que uno quiso decir cada cual atiende a su juego... Eso no suele suceder y esta buenisimo que cada uno pueda desarrollar su ideantificación ocn el texto... Eso me llena más aún de ganas de escribir... Muchas gracias a todos!
cariños
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