6.12.07

La fabula de Peligro y Pequeño Saltamontes

Pequeño Saltamontes conoció a Peligro en un lugar oscuro, cerca de donde era un educando. Peligro miraba al Pequeño Saltamontes con ojos de ternura, y sin maldad. Lo amaba (por lo menos eso aseguraba Pequeño) y Pequeño Saltamontes amaba a Peligro. Pero Peligro era Peligro.
Calurosas tardes de diciembre. Un mes se amaron, pero al Pequeño le bastó para saber que ese era el amor de su vida. Hacían todo juntos, y Peligro le mostraba el camino de la vida, de la mano y los placeres más extraños, y las lujurias más hermosas y perversas. El Pequeño hablaba como hablan los sabios baratos, pero a Peligro le gustaba, le encantaba, disfrutaba casi con éxtasis de palabras baratas, de aquellas habladurías y entregaba a cambio de esa sabiduría de Heladería besos dulces, tiernos y su llama eterna.
Peligro gustaba del peligro, y acrecentaba esa postura de peligrosidad a cada instante. Al Pequeño Saltamontes todo le parecía hermoso, genial y peligroso, y Peligro le había enseñado a vivir así filo del peligro, adonde los demás se asustaban, allí donde otros dudaban. Era saltar desde un edificio, era correr sin mirar, era libertad. Peligro era libertad.
Pequeño Saltamontes era un juguete sucio, una mascara de ensueño que no registraba el momento que vivía. Era ese que nunca volvió a ser.
Solo un mes se vieron Peligro y Pequeño Saltamontes. Pero como todo pequeño, para él las cosas no fueron como para Peligro. Había encontrado el amor. Pequeño trato por todos los medios, de dejar a Peligro cerca. Pequeño dejaba su vida y su alma en Peligro. Su corazón fugaz, todo. Hacia planes, pensaba en voz alta. Pero Peligro era Peligro.
No se podía pensar en una salida tierna a esta historia de amor. "Por algo soy Peligro" dijo, mientras trataba de secar las lagrimas de la cara de Pequeño Saltamontes. Dijo "Adiós y buena suerte". Y se despidió.
El pobre Pequeño, su vida, su dolor, su tristeza, lo acompañaron en su ideas. No había mañana, no había sol naciente, la noche se apoderó de él. Los que aconsejan le dijeron "siempre fue así, por eso amigo mío no debes meterte con peligros, no debes andar amando, mírame a mi, mira como soy y como trato a mis peligros". Como siempre, los Reveladores de Verdades se equivocaban y pagarían sus miserias y sus palabras con su propio Peligro hecho realidad. Pero esa es otra historia.

Pequeño Saltamontes decidió viajar, lejos, para tratar de olvidar aquella historia de amor. Jamás un viaje resuelve nada, las distancias no hacen nada por nuestro corazón.
El Destino es cruel, pensó Pequeño, cuando lejos, allá por el mar vio a Peligro.
Peligro no había ido por el, estaba allí, como en todas partes.
Pequeño Saltamontes estaba confundido, y Peligro quiso decir adiós de la manera correcta. La lujuria, el deseo, aquellos tesoros mas preciados por los inocentes. Se entregó por entero para despedir a Pequeño.
Pequeño volvía a ser feliz. No se daba cuenta de que ese era el Adiós. No supo digerirlo. Y así Peligro volvió a desaparecer.
Pequeño hizo odios sordos al adiós e intento nuevamente que Peligro lo aceptara. Nada paso, logro solo enfurecer a Peligro que ya no perdono a Pequeño, lo despidió de mala manera y la historia de amor y dolor termino, por lo menos en ese tiempo.

Pasaron los años. Pequeño ya no era Pequeño y Peligro se había desvanecido entre la niebla.
Como todo lo bello de la vida, como empezó esta historia, casi de casualidad, Pequeño Saltamontes volvió a dar con Peligro, sin haber buscado. Ya no era el mismo Peligro.
Peligro accedió a conversar con Pequeño, pero solo podían hablarse, eran como ciegos por elección.
Pero Peligro es Peligro.
Las reglas del juego eran claras y Pequeño Saltamontes no cumplió con ellas. Decidió ver a Peligro. Las trampas en las fábulas suelen pagarse caras y tienden a generar moralejas inútiles. Solo dolor encontró. Ese dolor casi seco, que ahoga el pecho, que entristece las noches y desespera, que crea soledades. Ese dolor que solo sintió aquella tarde, en la que Peligro se había despedido para siempre por primera vez.
Ahora Pequeño se encierra en su casa, no sale a ver el sol. Poco tiempo atrás un reencuentro frustrado y una belleza habían destruido su corazón. Y ahora esto. Pequeño, vive solo y así lo es. Y ya los Reveladores de Verdades no le dicen nada. Callan. Como él. Y ahora Peligro esta nuevamente lejos. Y ahora todos están solos y bailan a oscuras.
Pequeño tomo un lápiz y una hoja, y escribió un poema, después recordó que no era suyo, sino de Monsieur Sandoz, y escribió otro, para con tristeza darse cuenta de que también era del mencionado autor. Sonrió, y pensó que, si él no podía describir lo que le estaba pasando, quizás Sandoz si, volvió a sonreír, tiro el papel al piso, apuntó y tiró. El resto fue silencio y nada más.
Cuando llegue a la casa de Pequeño Saltamontes encontré estas hojas y estos poemas del gran Monsieur Sandoz.

Ramas desnudas:
Mientas miro el mal tiempo
que muestra el ventanal...
caen las ramas desnudas
que no tiemblan como vos.

No fue bueno verte de nuevo (no debió haber pasado nunca)
Lo que mejor te sale es provocar...

Fueron un par de días...
volvimos a fingir
que estábamos felices
de desearnos otra vez

Vos siempre estas enamorada
de lo que intentas destruir
Dejas la luz prendida para dormir...

No veo muy gracioso
ir perdiendo el humor
Es un don doloroso, amor
Tu sonrisa, esta vez

Pelusa muerta en los bolsillos
y treinta y cinco mangos sucios
de miedo y autoencierro loco...
Oh no! Oh no! Oh no!

M.S.

Sopa de lagrimas (para el Pibe Delete)

No es el momento
ni es el lugar...
(todos nos mira mal, muy mal)
para hacer nuestra escena
esa que trae problemas
cuando no sirve llorar... (Oh no!)

Podré olvidarte?
o me acordare toda la vida de vos... (Oh no!)
Como podría amarte
con tanta melancolía?
Un ángel inútil flecho y nos erró!

Ya lo intentamos todo
durante un año largo
Tormentas y soledad con dolor...

Se acaba el tiempo...
no puedo ver que oculta tu reír... (Oh no!)
Como podría aparte
con tanta melancolía?
Fue tan sobrio y feliz nuestro amor...

M.S.

Aguardo comentarios y criticas. "Cualquier semejanza con la realidad es el destino".
Niño
PD: no crean por una semejanza niño=pequeño saltamontes. No seria capaz de cometer semejante analogía barata. El resto de las analogías baratas serán bienvenidas.
PD2: si creen que escribí muchas veces las palabras PEQUEÑO SALTAMONTES y PELIGRO, eran necesarias, igual con una revisión algunas se pueden evitar, sepan disculpar los inconvenientes.
PD3: sigue la idea de las frases de canciones, keep walking!

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Se asemeja, esa fabula, a una historia que conocia o creia conocer. Sera tal vez que el amor tiene siempre el mismo final.

Detened los relojes, descolgad el teléfono,
Haced callar al perro con un hueso jugoso
Y silenciad los pianos; con tambor destemplado
Salga el féretro a hombros, desfilen los dolientes.
Den vueltas los aviones con vuelo inconsolable
Y escriban en el cielo las nuevas de su muerte,
Que lleven las palomas crespones en sus cuellos
Y los guardias de tráfico se enfunden negros guantes.
Era mi Norte y Sur, mi Oriente y Occidente,
Mi día laborable y mi domingo ocioso
Mi noche, mi mañana, mi charla y mi canción;
Pensaba que el amor era eterno; fui un crédulo.
No queremos estrellas; apagadlas de un soplo;
Desmantelad el sol y retirad la luna;
Talad todos los bosques y vaciad los océanos;
Pues ya nada podrá llegar nunca a buen puerto.

Da el tema para hablar y mucho.. con suerte lo lograremos. Mis mas cordiales saludos a los dueños de nuestro espacio.

Nito (llegando tarde a tu vida)

El Niño dijo...

Gracias Nito por traer a este templo de la chabacaneria y el filosofismo barato este aporte tuyo. Para el que no conozca lo que posteo el compadre es: "Detened los relojes" de Wystan Hugh Auden. Algo increible lo que transcribiste aqui. Perdon por develar el misterio. Y muy agradecido por tu comentario sobre este "nuestro" espacio. Evidentemente es de todos, tuyo y nuestro y de todos los que participan como tu queridisima persona.
Agradecido por todos los mementos que he compartido contigo. Adeus!

Anónimo dijo...

"a la noche la soledad desespera"


niño, definitivamente este verano hacemos el curso del que te había hablado.

con respecto al post...uffff, cómo no sentirse identificado no?
Adoro el peligro, y nunca se cuando hay q parar.

Con respecto a lo que dice Nito, espero que el amor no siempre tenga el mismo final, pero si pareciera que no se puede evitar el sufrimiento diario que te trae este sentimiento tan peculiar pero tan anhelado.
Sufrís cuando amas si no sos correspondido, sufrís al extrañarlo/a, sufrís al discutir con tu amor, sufrís al extrañar a tu amor, sufrís al no tener a tu amor, sufrís al ver sufrir a tu amor y hasta te duele más de lo que le duele a tu amor... sufrís...
Pero el amor te da placer y mucho y bien grande y te llena la vida de alegría...
Que ironía no? Para ser feliz hay que sufrir, parece inevitable.

besos niño!


tt.-

Anónimo dijo...

Con respecto a la firma de Nito, quería acotar algo.

Creo que nunca es tarde para llegar a la vida de alguien.


mas besos!


tt.-

Anónimo dijo...

Muy agradecido estoy con su comentario tt. En algun momento pensaba igual pero las experiencias me llevaron a oponerme a esas conclusiones.
Y tambien es cierto que en este juego se sufre, a veces mas de lo necesario... yo sufro de pensar que alguien hace cotidiano lo que para mi es exepcional, motivador y que ocupa todos mis pensamientos
Pero bueno eso es otra historia irrelevante y que execede las condiciones de este espacio

Nito

Anónimo dijo...

Nito, no hace falta que me agradezcas, sólo es un intercambio de opiniones (y eso no es poco).
Yo también durante mucho tiempo pensaba que "se llegaba tarde", hasta que me di cuenta -y acepté- que uno no tiene una hoja de ruta dónde te marcan cual es el mejor momento para llegar a la vida de las personas...

Hay que jugarsela, hay que disfrutar al máximo, hay que dar, hay que dejarse mimar y dejar de escudarse detrás del "llegue tarde" o "si te hubiera conocido antes".

Igual que pregone tales cosas no significa que las lleve a cabo a la perfección, usted habrá notado que difícil es ser consecuente con uno mismo a veces.

Espero que el calor que me agobia no haya afectado aquello que quería transmitir.

Salute!

Unknown dijo...

Interesante fábula. Ya que estas historias son harto conocidas, la distinción pasa por la originalidad en el modo narrativo. Ante mi opinión, se consiguió el objetivo. Es decir, acabo de leer la elucubración de un completo anónimo y me entretuvo todo el largo de la lectura. Por las dudas puse Porco Rex de fondo, para amenizar la función.
Mas allá de la exhortación que le da título al Blog, este me hace pensar que para algo sirve toda esta maquinaria.
Saludos desde Rosario, de otro completo desconocido.

Anónimo dijo...

Peligro es peligro... es por eso que nos gusta y nos atrae tanto. A pesar que nos lastime y nos deje heridas incurables, Peligro es lo que eligimos.
¿Y si tuviéramos la posibilidad de elegir otra cosa?. Creo que peligro va a seguir ganando y lastimando porque Peligro, es Peligro.
Me encantó Mati, y es imposible no sentirse identificado.

Flor. =)